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Una de las partes fundamentales de cualquier bicicleta es la transmisión. Es fundamental realizar un mantenimiento correcto de sus partes que que la bicicleta funcione correctamente. Una de las claves es la lubricación. Vamos a ver qué tipos de lubricante podemos utilizar para engrasarla.
Básicamente vamos a encontrar tres tipos de lubricante para la transmisión, los de spray, los aceites y las ceras.
Quizá sean los lubricantes menos aconsejables para utilizar en la transmisión de nuestra bicicleta. El principal problema que tienen es que al ser en spray podemos “manchar” otras zonas de la bicicleta que no sea la propia transmisión.
Sobre todo tenemos que tener cuidado si utilizamos estos lubricantes, de que no caiga nada de aceite en el disco de freno, ya que se contaminarán las pastillas y la bicicleta perderá eficacia de frenado.
También tenemos que tener en cuenta si utilizamos un spray es que sea específico para bicicleta, ya que serán mucho mejores que los sprays de tipo multihuso.
En este caso estamos hablando de aceites líquidos. Quizá sean los más empleados en la lubricación de las transmisiones de bicicleta. En el mercado tenemos una gran variedad de estos aceites.
Hay varios tipos, dependiendo sobre todo de las condiciones climatológicas. Podemos encontrar aceites que son específicos para lluvia y aceites que son específicos para tiempo seco.
Si utilizamos un lubricante líquido es importante que sea de calidad, ya que nuestra transmisión aguantará mucho más tiempo lubricada que con un aceite de menos calidad.
La otra opción que tenemos para lubricar nuestra transmisión son las ceras. Éstas han sido las últimas en llegar al mercado.
Es una opción muy interesante a tener en cuenta, ya que las ceras tienen la ventaja de que van a mantener limpia la transmisión más tiempo que los aceites o los sprays, sobre todo cuando rodamos por terrenos secos y con mucho polvo.
No obstante, al igual que con los lubricantes líquidos, vamos a encontrar ceras específicas para climas húmedos y secos.
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